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Sábado, 11 de Junio de 2011 07:52

Comunicado de la Crue sobre las informaciones aparecidas en los medios en torno al informe CYD 2010

GC/Crue
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En relaci�n con los titulares publicados en prensa el d�a 7 de junio, como resultado del Informe CYD 2010, las rectoras y los rectores de la Conferencia de Rectores de las Universidades Espa�olas (CRUE), han emitido el siguiente comunicado:

"La contribuci�n de las universidades espa�olas para el desarrollo social y econ�mico es fundamental como demuestran varios estudios externos a la Universidad, que evidencian que de la inversi�n realizada en la Universidad se devuelve a la sociedad entre dos y tres veces el valor de la misma. Con ello, las universidades son capaces de generar en su entorno un n�mero de puestos de trabajo que multiplica por cuatro sus empleos directos. Si a esto le a�adimos los valores de la responsabilidad social educativa de la Universidad, queda claro que, lejos de ser ineficiente, la Universidad es altamente rentable y necesaria para la sociedad, lo que concuerda con el porcentaje de ciudadanos satisfechos con la ense�anza universitaria, cifrado en un 72%, seg�n un informe del Ministerio de Pol�tica Territorial y Administraci�n P�blica.



En una coyuntura de recortes y de crisis econ�mica, con una reducci�n presupuestaria, la Universidad ha sabido realizar de forma eficiente y nada traum�tica la mayor transici�n educativa de la historia: la adaptaci�n de nuestros estudios al Espacio Europeo de Educaci�n Superior. Para ello, tratando de adecuar oferta y demanda, mientras el n�mero de alumnos de nuevo ingreso ha aumentado un 10%, se ha reducido un 12% la oferta de t�tulos de Grado.

Las universidades han realizado esfuerzos muy importantes para cumplir los objetivos pedag�gicos. No s�lo la adaptaci�n de t�tulos ha representado un esfuerzo interno muy notable de formaci�n, an�lisis y proyecci�n, sino que adem�s se han gastado muchos recursos econ�micos en adecuar espacios docentes y en mejorar servicios a los estudiantes. La adaptaci�n al EEES se ha realizado a trav�s de un proceso de equilibrio entre la intensidad docente y la optimizaci�n de los recursos existentes. Para ofrecer una ense�anza de calidad, se requiere una mayor atenci�n personalizada, lo cual significa, indudablemente, m�s dedicaci�n docente. Por lo tanto, afirmar que �la ineficiencia de la Universidad cuesta 2.100 millones de euros anuales al Estado�, adem�s de carecer de rigor, causa en la sociedad una alarma injustificada y aleja de la Universidad la posibilidad de atraer inversiones y recursos que potencien una adecuada gesti�n del conocimiento.

El Sistema Universitario P�blico Espa�ol est� formado por universidades investigadoras, que imparten formaci�n y generan conocimiento. Por este motivo, necesitan m�s Personal Docente Investigador que aquellas que s�lo se dedican a la formaci�n. Por ello, tomar como referencia �la media de 6 docentes que registran los pa�ses plenamente adaptados al EEES� no es correcto, ya que las universidades europeas que se dedican a la investigaci�n y a la formaci�n, como sucede en el Sistema Universitario P�blico Espa�ol, destinan 10 docentes por 100 alumnos, una cifra mayor que las universidades espa�olas, que destinan 9.

La formaci�n universitaria espa�ola ha alcanzado en las �ltimas d�cadas tasas de matriculaci�n y graduaci�n equivalentes a las de los pa�ses m�s eficientes. Y ello a pesar de que nuestra inversi�n en educaci�n es muy inferior, el 1,1% del PIB frente al 1,5% de media en los pa�ses de la OCDE.  

Dentro de la alarmante tasa de desempleo juvenil, que asciende al 40%, a los titulados superiores s�lo les afecta un 10%. Esta tasa, a�n siendo el doble que la de la media europea, guarda las mismas proporciones que en otros pa�ses con las tasas de desempleo de otros sectores de la poblaci�n con diferente formaci�n. Es importante subrayar, por tanto, que no tenemos un problema de desempleabilidad universitaria, sino un problema de desempleo en la sociedad espa�ola motivado, entre otras razones, por una  falta de cultura innovadora. Adem�s, cabe destacar, que es residual la tasa de desempleo entre los doctores, aunque s�lo el 15% trabaja en empresas. 


El informe CYD resalta que la tasa de sobrecualificaci�n de nuestros graduados es de 10 puntos superior a la media de la UE. Esto no es un reflejo de un nivel de formaci�n inadecuado, sino de que se necesita un mayor pulso innovador en la sociedad para aprovechar al m�ximo las capacidades de las personas formadas. Tal y como destaca adem�s el informe, un 70% de los graduados universitarios contratados en 2009 obtuvo un contrato para desempa�ar ocupaciones de alta cualificaci�n, porcentaje que ha crecido unos 10 puntos desde 2007.

La producci�n cient�fica espa�ola se ha duplicado en los �ltimos a�os hasta constituir el 3,4 % de la producci�n cient�fica mundial. Esfuerzo que nos ha convertido en la novena potencia cient�fica mundial, por delante de pa�ses como Australia, India, Rusia, Holanda o Brasil, y la octava, entre las diez primeras, en publicaciones por habitante, con resultados similares a Jap�n. Es un resultado m�s que notable si consideramos que Espa�a s�lo invierte en I+D+i un 1,38% de su PIB, muy lejos del 2,3% que es la media de la OCDE. Relacionando la producci�n cient�fica por habitante con el porcentaje de gasto en I+D+i, resultamos ser uno de los cuatro sistemas m�s eficiente del mundo.

La lectura que subyace tras estos datos objetivos, es que las universidades espa�olas, que concentran los dos tercios de toda esa producci�n cient�fica con una calidad que supera en un 15% a la media, son eminentemente eficientes y productivas en relaci�n con la inversi�n en I+D+i.

Creemos que esta situaci�n es mucho m�s relevante que el hecho de que el �24% del profesorado no produzca resultados cient�ficos que puedan ser evaluados�, cifra que podr�a considerarse baja, ya que corresponde, mayoritariamente, a una parte del profesorado que no tiene funci�n investigadora.

Debemos considerar, adem�s, que con los niveles de inversi�n actuales nos alejamos del reto de la modernizaci�n de nuestro modelo econ�mico y social, pues s�lo aquellos pa�ses que invierten al menos el 1,7% de su PIB en I+D+i, y cuentan con una participaci�n del sector productivo superior al 65%, muestran �ndices de competitividad adecuados para afrontar el reto del crecimiento econ�mico y la creaci�n de empleo. Todo ello necesario para la sostenibilidad de un modelo de bienestar del que nos hemos dotado.

Resulta, por tanto, absolutamente necesario un trabajo consensuado por la gesti�n del conocimiento a nivel de Estado, en el que todos los agentes implicados asuman el compromiso de colaborar juntos como parte de una sociedad integral, en un marco de lealtad, confianza y respeto.

Cualquier medida que arbitrariamente haga un da�o innecesario e injustificado a las universidades, realmente a quien est� haciendo da�o es al futuro de la sociedad."