Un grupo de investigadores del Departamento de Ciencias y Recursos Agr�colas y Forestales de la Universidad de C�rdoba se ha propuesto reducir la contaminaci�n ambiental y los desequilibrios originados por el uso de insecticidas en las �reas forestales. Para ello, investigan diferentes m�todos de control biol�gico en encinas y alcornoques, dos de las especies m�s representativas del �rea forestal en Andaluc�a, cuya superficie total es de 4.658.105 hect�reas. Esta cifra supone el 53% del territorio regional, un porcentaje alto si se compara con el de Espa�a (17%) y la Uni�n Europea (31%).

Con una vasta superficie arbolada, Andaluc�a es uno de los territorios donde la forestaci�n se sit�a como un importante recurso econ�mico y ecol�gico. Un equipo de expertos, dirigido por Enrique Vargas Osuna, ha centrado a�os de investigaci�n en el estudio de microorganismos (bacterias, virus y hongos) que afectan a las mariposas y polillas (lepid�pteros) y as� controlar su poblaci�n y, de este modo, controlar estas plagas que provocan la p�rdida del follaje de encinas y alcornoques. Un mal que repercute en la producci�n del fruto y el estado general del �rbol al reducir la capacidad fotosint�tica de la planta.

P�rez Guerrero, uno de los investigadores que coordina estos estudios desde la Escuela T�cnica Superior de Agr�nomos y Montes, explica la importancia del rol de estos insectos cuando comen hojas de estas especies del g�nero Quercus: "Los defoliadores ejercen un papel destacado en las cadenas tr�ficas, es decir nutritivas, al servir de alimento a numerosos depredadores y parasitoides y favorecer el reciclado de los elementos en el ecosistema forestal. Sin embargo, bajo determinadas condiciones, algunas especies, como la Lymantria Dispar, constituyen importantes plagas forestales a nivel mundial".

Desde 2001 este grupo de investigadores trabaja de forma particular para proporcionar una herramienta eficaz que proporcione un manejo seguro y sostenible de las plagas forestales a trav�s de la selecci�n de microorganismos que provocan enfermedades en los insectos (entomopat�genos) en lugar de la utilizaci�n tradicional de insecticidas org�nicos de s�ntesis y de amplio espectro. Estos insecticidas no selectivos y su mal uso causan, entre otros efectos, "una reducci�n de las poblaciones de enemigos naturales (depredadores y parasitoides) que se alimentan y utilizan como hospedadores a las orugas de lepid�pteros", aclara el investigador, quien plantea el control biol�gico como alternativa o "complemento a la lucha qu�mica"; m�s concretamente, la lucha microbiana.

El trabajo de la UCO se est� realizando con las principales especies defoliadoras de las dehesas del norte de la provincia de C�rdoba A trav�s de m�todos prospectivos de vareo seleccionan aislados aut�ctonos de baculovirus y hongos con capacidad infectiva contra estas especies de mariposas y polillas, y as� controlar posteriormente su poblaci�n y, con ello, la defoliaci�n de las encinas. Un muestreo que permite estudiar distintas familias de lepid�pteros (formando un mapa) que afectan al g�nero Quercus, de gran importancia econ�mica para el sector como la especie Catocala nymphagoga y el Tortrix viridiana.

Antecedentes del control microbiano

La historia del control biol�gico de defoliadores cuenta con varios hitos en su haber. Uno de los m�s recordados es el de Lymantria dispar (una de las especies de lepid�pteros m�s com�n en el �mbito de las plagas forestales) en Norteam�rica y el virus de la poliedrosis nuclear aislado en esta especie a principios del siglo XX. Un descubrimiento que desencaden�, que a mediados de los 70, se desarrollara y registrara el producto Gypcheck�. Sin embargo este virus no se comercializa en Espa�a y el control de la especie es fundamentalmente qu�mico.
El objetivo �ltimo de los trabajos de estos investigadores es la comercializaci�n y registrola Sergio P�rez- es un camino de largo recorrido".

( Innova Press)