Darwin propuso que hab�a una forma de selecci�n a la que llam� selecci�n sexual que implicaba ventajas para los individuos en la competencia por aparearse. Este tipo de selecci�n que es clave para entender la teor�a de la evoluci�n fue abordada por el profesor Juan Moreno en la conferencia que dentro del ciclo organizado por la Facultad de Ciencias tuvo lugar en el Paraninfo del Campus de Rabanales. El ponente, apasionado defensor de la teoria evolutiva, capt� el inter�s de la audiencia e incluso estableci� paralelismos entre la actual realidad econ�mica con una desproporcionadas diferencias entre ricos y pobres y los atributos sexuales de algunas especies. En este sentido Moreno explic� mediante el mismo mecanismo que lleva a la producci�n de caracteres
sexuales desproporcionados como las cuernas de los c�rvidos, la
existencia de sueldos desproporcionados en algunos ejecutivos de grandes
empresas y bancos y como en realidad lo que importa en ambos casos es tener
relativamente m�s que el vecino.
En 1871 Darwin propuso que exist�a una forma de selecci�n que no favorec�a una mejor adaptaci�n al ambiente sino cualquier rasgo que implicara ventajas para los individuos en la competencia por aparearse. Las evolutivamente ef�meras ventajas obtenidas por ciertos individuos en base a la exageraci�n de un rasgo eran superadas de inmediato por ventajas en base a otro rasgo por lo que la selecci�n sexual devoraba a sus propios productos en una carrera evolutiva sin final.
La importancia de la selecci�n sexual en la evoluci�n explicaba seg�n Darwin los ornamentos y armamentos exhibidos por muchos animales, sus conductas de cortejo, sus cantos, sus se�ales olorosas y en general buena parte de los rasgos que m�s llaman la atenci�n del observador humano y que no hab�an recibido una explicaci�n cient�fica hasta la fecha. El debate entre los partidarios de la arbitrariedad de los rasgos exagerados y aquellos que como Darwin sustentaban a la selecci�n sexual en se�alizaci�n honesta de rasgos indicadores de condici�n se ha resuelto en un compromiso en que los rasgos se exageran por una selecci�n de escape que termina por crear costes a sus portadores y por tanto sustenta su honestidad. Como Darwin se�al�, la selecci�n sexual puede explicar muchos casos de formaci�n de nuevas especies por asociaci�n gen�tica entre rasgos de los machos y preferencias de las hembras.
Tras un siglo de ostracismo, las ideas originales de Darwin sobre selecci�n sexual han estimulado una gran cantidad de investigaciones en ecolog�a evolutiva, etolog�a y ecolog�a del comportamiento. Darwin se adelant� en m�s de un siglo a su �poca por su profunda comprensi�n del funcionamiento de los organismos en su ambiente