Las investigaciones sobre criminalidad y violencia en el seno de la sociedad medieval han experimentado durante los �ltimos a�os un notable auge en relaci�n con el creciente inter�s que por el conocimiento de la vida cotidiana sienten quienes se dedican al quehacer hist�rico. Ello es debido en buena parte a un cambio de mentalidad y de objetivos por parte de los propios historiadores que han ido abandonando la visi�n tradicional de la historia de la criminalidad ligada al marco jur�dico e institucional adoptando puntos de vista mucho m�s din�micos, ligados al an�lisis sociol�gico del delito y de sus protagonistas.
En este marco sale a la luz el libro " El homicidio en Andaluc�a a fines de la Edad Media", obra del profesor de Historia Medieval de la Universidad de C�rdoba, Ricardo C�rdoba de la Llave que, editada por los Servicios de Publicaciones de las universidades de Granada y C�rdoba conjuntamente con el Centro de Historia del Crimen del Ayuntamiento de Durango, busca ese conocimiento profundizando en el an�lisis de uno de los delitos que mayor gravedad ha revestido en cualquier �poca de la Historia como es el homicidio.
La �poca escogida para ello es el siglo XV durante la que Andaluc�a presenta una problem�tica propia en relaci�n con la violencia, dado que la fuerte implantaci�n de los concejos urbanos, algunos de los cuales se contaban entre las mayores ciudades castellanas de la �poca, determina que la mayor parte de esa violencia documentada sea t�picamente urbana, cometida y sufrida por los vecinos de villas y ciudades donde se vieron envueltas gentes de los diferentes barrios o sectores urbanos en los que las localidades de la �poca estaban articuladas.
Para ello el autor acude a diversos registros documentales cuyas caracter�sticas y problem�tica analiza para constatar que las conclusiones obtenidas mediante el an�lisis de la documentaci�n manejada se encuentran claramente sesgadas tanto por motivos formales y administrativos como de contenido y asi se ve en las estad�sticas sobre la tipolog�a del delito o sobre su distribuci�n geogr�fica y temporal. De esta manera, por ejemplo, el reparto geogr�fico del crimen est� claramente influido por la presencia de los monarcas en los diferentes territorios, puesto que llegan m�s casos a la justicia real al lugar donde est�.
Tambi�n existen enormes limitaciones a la hora de analizar las circunstancias de los delitos y conocer los rasgos del homicidio en la sociedad de la �poca ya que los datos con los que se trabaja en la primera parte del libro responden m�s a la realidad del sistema judicial que a la realidad hist�rica. De aqu� que la parte m�s veraz del volumen sea la referida al proceso judicial y a la actuaci�n de los oficiales de justicia puesto que en ella los protagonistas de los documentos no se empe�an en disfrazar la realidad bajo palabras "de m�s que dudosa verosimilitud", como expone el autor.
No obstante el texto analiza la posibilidad de un cierto modelo de violencia medieval, consecuencia de las relaciones sociales en la Edad Media y de costumbres como la defensa del honor o las venganzas particulares y se pregunta sobre si ese tipo de agresiones determinaron una sociedad m�s conflictiva y una violencia presente a flor de piel en la vida cotidiana, sobre todo si a ello se a�ade cierta blandura de las autoridades a la hora de perseguir o castigar el crimen, cuando no a perdonarlo, y las duras circunstancias materiales y psicol�gicas derivadas de las guerras y de la inseguridad. El autor, al final, no cree que pueda hablarse de una sociedad m�s violenta que la actual, sino m�s bien de una violencia cotidiana de signo distinto, aunque si quepa decir que existi� mayor peligrosidad social en el sentido de que las gentes de la Edad Media se desenvolvieron entre mayores peligros fruto de un contexto general.
Martes, 24 de Julio de 2007 10:22
El homicidio en Andaluc�a a fines de la Edad Media, nuevo libro del Servicio de Publicaciones de la UCO
G.C. - C.M.
Publicado en
Actualidad Universitaria