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Miércoles, 15 de Junio de 2011 18:16

Manifiesto de la comunidad cient�fica en apoyo del modelo productivo agr�cola espa�ol de frutas y hortalizas

GC
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La conferencia de Roma de la FAO sobre seguridad alimentaria, food security, establece el derecho de toda persona a tener acceso a alimentos sanos y nutritivos, en consonancia con disponer de una alimentaci�n apropiada y a no padecer hambre. Por otra parte, el Libro Blanco de la Uni�n Europea sobre seguridad alimentaria, food safety, expresa que la pol�tica alimentaria de la Uni�n Europea ha de basarse en normas rigurosas que sirvan para proteger y fomentar la salud de los consumidores. As� pues, la seguridad alimentaria tiene ante s� dos grandes retos: la de procurar una accesibilidad universal a los alimentos y la de conseguir que los mismos sean inocuos qu�mica y biol�gicamente.


La importancia econ�mica y la ubicuidad de los alimentos en nuestra vida sugieren que la seguridad alimentaria ha de ser uno de los principales intereses del conjunto de la sociedad y, especialmente, de los poderes p�blicos y de los productores del sector.


El sector agroalimentario tiene gran importancia en el conjunto de la econom�a europea. La industria productora de alimentos y bebidas es uno de los sectores industriales m�s destacados de la UE, con una producci�n anual en torno al 15% de la producci�n industrial total y proporciona el equivalente a unos 7,5 millones de puestos de trabajo a tiempo completo. El sector agr�cola espa�ol aporta m�s de un 3,6% al PIB. En Andaluc�a, Almer�a sigue siendo la provincia que m�s aporta a la renta agraria superando los 1.700 millones de euros anuales.


En este contexto, el pasado 26 de mayo la senadora de Salud de la ciudad-estado de Hamburgo, Cornelia Pr�fer-Storcks, se�al� que los pepinos procedentes de nuestro pa�s, concretamente de Almer�a, eran los causantes del brote epidemiol�gico de la bacteria intestinal �E.coli enterohemorr�gica� detectado en el norte de Alemania. Posteriormente, en Alemania se extendi� la sospecha al tomate, la lechuga y, en general, afectando a todo el sector hortofrut�cola espa�ol, proponiendo entre otras �curiosas� medidas, el cambio en los h�bitos de consumo de estos productos, como la necesidad de ser hervidos antes de su ingesta.


En primer lugar, se�alar que lamentamos profundamente la p�rdida de vidas humanas que ha provocado la crisis alimentaria generada en Hamburgo. Sin embargo, ello no debe ocultar que lanzar alertas alimentarias sin pruebas cient�ficas genera un alarmismo injustificado. La reciente crisis alimentaria evidencia la necesidad de contar con la comunidad cient�fica para la ayuda en la resoluci�n de problemas de este tipo, antes de lanzar alertas injustificadas.
La falta de rigor en el proceso de comunicaci�n de la alerta sanitaria por parte de algunas autoridades alemanas ha provocado p�rdidas muy cuantiosas en el sector hortofrut�cola. Con todo, lo peor es la desconfianza que se ha generado entre los consumidores europeos hacia nuestras frutas y hortalizas, que se ha demostrado estaban libres de cualquier tipo de sospecha en esta crisis alimentaria.


Desde el primer momento, la Universidad de Almer�a y una gran parte de la Comunidad Cient�fica, se ha integrado en las reuniones mantenidas entre el sector productivo y la Administraci�n P�blica, aportando, a la espera de datos anal�ticos concluyentes, argumentos cient�ficos que indicaban que la posibilidad de que el foco de la infecci�n estuviera en Almer�a era m�nima. Se lleg� a esa conclusi�n tras realizar un an�lisis de riesgos biol�gicos, que evalu� los factores de cultivo en origen que pudieran constituir un riesgo de contaminaci�n por esta bacteria, como posteriormente han corroborado las autoridades alemanas.


La sociedad europea, y la comunidad internacional, deben conocer que el sistema productivo agr�cola espa�ol, y el almeriense en concreto, avanza hacia el cumplimiento de criterios de sostenibilidad sobre el soporte del conocimiento y la innovaci�n tecnol�gica. Los exhaustivos controles sobre seguridad alimentaria y los ratios de productividad en el uso de recursos como suelo, agua, insumos o huella de carbono, por citar algunos, hacen del modelo agr�cola bajo pl�stico uno de los m�s eficientes de todo nuestro entorno, ya que precisa menos recursos naturales para ser m�s productivo.


Es por ello que hoy nos reunimos en la Universidad de Almer�a para manifestar la confianza de la Comunidad Cient�fica en las buenas pr�cticas que actualmente se aplican en el sector agr�cola espa�ol en general y almeriense en particular, as� como su apoyo para profundizar en la permanente mejora de las mismas.   La colaboraci�n entre agricultores, profesionales agron�micos e investigadores de nuestras universidades, Organismos P�blicos de Investigaci�n y otros Agentes del Conocimiento en �reas como la seguridad alimentaria qu�mica y microbiol�gica, el uso eficiente de agua, energ�a y fertilizantes, la higiene rural, el control integrado de plagas, entre otros, permiten el avance en la oferta de nuevas variedades agr�colas m�s ricas en compuestos funcionales y m�s seguras en cuanto a su car�cter inocuo, en un marco productivo orientado a la sostenibilidad.


Es preciso recalcar que la cadena alimentaria europea es una de las m�s seguras del mundo y que, por lo general, el sistema actual ha funcionado bien. Las medidas de seguridad alimentaria vienen formando parte del acervo de normas europeas desde los primeros d�as de la Comunidad. Pero en este momento, la Uni�n Europea debe restablecer la confianza de los ciudadanos en su oferta de alimentos, en la ciencia y la legislaci�n alimentaria y en sus controles en este �mbito.


En todo caso, se deben satisfacer las expectativas de los consumidores sobre la calidad de los productos, la informaci�n correcta, la definici�n de sus caracter�sticas esenciales y de los m�todos de producci�n y transformaci�n de los mismos.


MANIFIESTO

Los abajo firmantes: Campus de Excelencia Internacional en Agroalimentaci�n, Universidades, Consejos Sociales, Consejo Superior de Investigaciones Cient�ficas, Instituto Nacional de Investigaciones Agraria, otros Organismos P�blicos de Investigaci�n, Institutos y Centros de Investigaci�n, Parques Cient�ficos-Tecnol�gicos, Sociedades Cient�ficas, Fundaciones, Colegios Profesionales, y otros Agentes del Conocimiento, que en su conjunto incluyen m�s de 1.000 grupos de investigaci�n que desarrollan actividades de I�+D+i en agroalimentaci�n, manifiestan, para informaci�n y conocimiento de la comunidad cient�fica y de los consumidores y ciudadanos europeos y del resto del mundo:

1.- Que el sector productivo espa�ol de frutas y hortalizas en general, y el almeriense en particular, realiza un control adecuado de la seguridad qu�mica y microbiol�gica de sus productos, as� como de aguas, suelos y dem�s inputs utilizados en el proceso productivo. La demanda de controles anal�ticos de residuos y contaminantes en frutas y hortalizas es de tal dimensi�n que ha hecho del sudeste espa�ol la zona con mayor densidad de laboratorios acreditados en la norma ISO 17025 y en la norma QS, requerida esta �ltima espec�ficamente por supermercados alemanes. La inversi�n total en materia de seguridad alimentaria de los productores y entidades de exportaci�n es superior a diez millones de euros anuales, con varias docenas de miles de muestras analizadas. Dichos controles garantizan al consumidor la inocuidad qu�mica y microbiol�gica del producto en el mercado.

2.- Que el sistema productivo agr�cola en Espa�a, cuenta con Planes de Higiene Rural que le dotan de infraestructura y organizaci�n adecuada para la gesti�n de pr�cticamente todos los residuos generados en el proceso de producci�n. La Higiene Rural ha contribuido a mejorar la eficiencia de la producci�n, valorizar los residuos transform�ndolos en subproductos, reducir el impacto paisaj�stico de la agricultura intensiva, el riesgo de plagas y la contaminaci�n del medioambiente, jugando un papel fundamental en la mejora de la calidad de vida en el medio rural.

3.- Que la producci�n agr�cola de frutas y hortalizas est� haciendo un esfuerzo importante para implementar criterios de sostenibilidad que se derivan fundamentalmente del uso eficiente  de insumos y de recursos naturales: suelo, agua y energ�a, para obtener una producci�n de alimentos constante. La eficiencia de este modelo productivo est� basada en los �ltimos avances en el conocimiento que permiten, por un lado, la selecci�n y mejora de variedades vegetales de alto rendimiento y, por otro, un notable desarrollo tecnol�gico en lo relativo a estructuras de invernadero y sistemas de regad�o. Las estructuras cerradas en invernaderos minimizan las emisiones al exterior, reduciendo los efectos sobre la biodiversidad del entorno, mientras que la modernizaci�n e innovaci�n en el sistema de riego permiten gestionar el agua y los fertilizantes de forma �ptima reduciendo dichos inputs sin merma de la producci�n.

4.- Que el sector productivo de frutas y hortalizas dispone de protocolos de �Buenas Pr�cticas Agr�colas� a trav�s de normas de calidad implantadas en campo, procedimientos de higiene en la recolecci�n, planes de formaci�n de trabajadores, programas de prevenci�n de riesgos laborales, asesoramiento t�cnico en cooperativas, planificaci�n de muestreos y establecimiento de criterios de intervenci�n perfectamente definidos, certificados de semilleros para garantizar la calidad de las plantas y mantenimiento de equipos utilizados, entre otros. Los sistemas de trazabilidad se han convertido en un pilar fundamental en el aseguramiento de la calidad y seguridad de los productos, permitiendo su identificaci�n inequ�voca, desde el campo hasta la mesa del consumidor, garantizando una intervenci�n inmediata ante cualquier problema suscitado.

5.- Que las explotaciones agr�colas de frutas y hortalizas est�n asesoradas por personal altamente cualificado. Como en otros casos, la disponibilidad de capital humano constituye un elemento clave  para el desarrollo tecnol�gico y econ�mico de este sector productivo, que pasa en buena medida a depender de profesionales que garantizan la incorporaci�n de pr�cticas innovadoras, as� como un elevado nivel de seguimiento cualificado en todos los procesos relacionados con la producci�n agr�cola.

6.- Que la alta cualificaci�n y tecnificaci�n de la producci�n de frutas y hortalizas en Espa�a dispone del suficiente �know-how� como para lograr incorporar en breve plazo de tiempo nuevos m�todos de control de plagas, como es el caso de la Producci�n Integrada, que minimiza el uso de fitoqu�micos y que hoy se aplica al cultivo de un porcentaje muy alto de la producci�n agr�cola. La inversi�n de los agricultores en insectos beneficiosos, solamente en Almer�a, se ha multiplicado por cinco en los �ltimos cuatro a�os y Espa�a se ha convertido en una potencia respecto a la producci�n de insectos �tiles en la lucha contra plagas agr�colas.

7.- Que Espa�a ocupa un lugar destacado en producci�n cient�fica en el campo agroalimentario a nivel mundial, sustentado en los m�s de 1.000 Grupos de Investigaci�n que trabajan en este �rea, distribuidos especialmente entre Universidades, Consejo Superior de Investigaciones Cient�ficas y otros Organismos P�blicos y Privados de Investigaci�n. Ello permite que los avances en nuevas variedades agr�colas, alimentos envasados, compuestos funcionales, log�stica, sistemas de producci�n agr�cola, t�cnicas de cultivo, procesos de recolecci�n y manipulado, unido a permanentes mejoras en instrumentaci�n y metodolog�a anal�tica, se lleven a cabo con el soporte del suficiente conocimiento cient�fico y tecnol�gico en aras de lograr altas cotas de calidad y seguridad alimentaria.


8.- Que Espa�a ha sido considerada la Huerta de Europa y la Dieta Mediterr�nea, basada en el consumo de frutas y hortalizas, es, desde hace siglos, sin�nimo de dieta sana, segura y saludable.
La producci�n agr�cola est� imbricada en nuestro entramado socioecon�mico, proporcionando un alto porcentaje de empleo no deslocalizable que contribuye a arraigar poblaciones rurales.


Los h�bitos de consumo en Espa�a, Europa y otros pa�ses del mundo est�n  consolidados por la experiencia gastron�mica y culinaria de m�ltiples generaciones, y no deben ser puestas en cuesti�n ni verse afectadas por declaraciones pol�ticas inconsistentes con el conocimiento cient�fico y con el proceso de divulgaci�n y comunicaci�n del mismo, las buenas pr�cticas agr�colas y con una forma de vida que a�na tradici�n e innovaci�n.


Por todo ello, la comunidad cient�fica, consciente de su obligaci�n de transferir rigurosa y objetivamente su conocimiento a la sociedad:
Refuerza su respaldo al sector productivo de frutas y hortalizas espa�ol en general y al modelo productivo hortofrut�cola bajo pl�stico en particular.
Ratifica su compromiso de colaboraci�n con este sector productivo en su permanente tecnificaci�n y modernizaci�n a trav�s de un trabajo conjunto en investigaci�n, desarrollo e innovaci�n.
Confirma su convicci�n de que la labor de control de la calidad que realizan los laboratorios acreditados garantiza la seguridad de un consumo sano y saludable.
Y mira hacia el futuro con el aval del trabajo bien realizado y el valor del esfuerzo llevado a cabo. Esperamos que la confianza que la comunidad cient�fica tiene en las buenas pr�cticas que se aplican en el sector hortofrut�cola espa�ol en general y almeriense en particular, renueve la seguridad que siempre han tenido los consumidores en nuestras frutas y hortalizas.

Universidad de Almer�a, 15 de junio de 2011

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