La contaminaci�n medioambiental derivada de los insecticidas y productos qu�micos utilizados en las principales �reas algodoneras de Andaluc�a �C�rdoba, Sevilla y C�diz- ha llevado a los cient�ficos a buscar soluciones, m�s all� de las meramente t�cnicas, para optimizar el rendimiento y asegurar la pervivencia de este cultivo en los campos andaluces pero, sobre todo, para reducir de forma dr�stica los niveles de contaminaci�n derivados de esta actividad.
El Departamento de Ciencias y Recursos Agr�colas y Forestales de la Universidad de C�rdoba, a trav�s del grupo de Entomolog�a Agroforestal que dirige Enrique Vargas Osuna, lleva m�s de 12 a�os investigando sobre el algod�n. La l�nea principal de su trabajo se centra ahora en desarrollar posibles agentes biol�gicos para el control de plagas que sustituyan a los actuales tratamientos insecticidas.
El algod�n es una planta que se caracteriza por recibir numerosos ataques de insectos, siendo sus principales enemigos tres especies de lepid�pteros, cuyas orugas se alimentan de los �rganos fruct�feros de la planta (botones, flores y c�psulas): heliotis (Helicoverpa armigera), earias (Earias insulana) y gusano rosado (Pectinophora gossypiella). Para combatirlas se utilizan insecticidas de amplio espectro de acci�n que tienen el inconveniente de que afectan tambi�n a insectos �tiles para el equilibrio del ecosistema e incluso son un riesgo para otros animales, incluidos peque�os mam�feros y aves.
La idea, seg�n propone Enrique Vargas, es controlar las plagas de forma biol�gica con m�todos que sean selectivos y, por tanto, no da�en el medio ambiente ni afecten a otros insectos (par�sitos y depredadores) que resultan beneficiosos para la planta al realizar un control natural de las plagas.
El grupo dirigido por este cient�fico desarrolla en la actualidad un proyecto financiado por la Consejer�a de Agricultura y Pesca de la Junta de Andaluc�a centrado en conseguir algod�n eminentemente ecol�gico. �Se trata de no usar abonos de s�ntesis, ni pesticidas y de controlar las plagas con alternativas biol�gicas, bien con insecticidas microbianos o bien a trav�s de otras t�cnicas como pueden ser los �cultivos trampa�".
Sembrar ma�z alrededor de un campo de algod�n es un buen ejemplo. Algunos de los insectos que atacan al algod�n prefieren el ma�z para realizar la puesta de huevos. Pasado un tiempo, si en las lindes de un campo de algod�n se observa una concentraci�n alta de plagas en los maizales, �stos simplemente se destruyen�, explica este investigador.
Este grupo de cient�ficos, a trav�s de proyectos de investigaci�n financiados por el Ministerio de Educaci�n y Ciencia, vienen estudiando una bacteria que resulta �til para el control biol�gico de plagas en el algod�n: el Bacillus thuringiensis. Esta bacteria se encuentra de forma natural en todo tipo de suelos y zonas geogr�ficas y, aunque hasta el momento se desconoce cu�l es su papel ecol�gico, tiene la particularidad de que puede matar insectos mediante intoxicaci�n. Seg�n explica Vargas, �se han descubierto muchas subespecies de este mismo bacilo y cada una de ellas es efectiva contra un grupo concreto de insectos, existiendo por tanto una especificidad de acci�n (para lepid�pteros, cole�pteros, etc.)�.
El equipo que dirige este investigador, en colaboraci�n con otros grupos de la Universidad de Valencia, la Universidad P�blica de Pamplona y la Universidad de Sevilla, se ha propuesto elaborar nuevos insecticidas naturales a partir de la selecci�n del amplio espectro de toxinas contenidas en las cepas naturales de Bacillus thuringiensis para posteriormente probarlas en ensayos de campo.
( De " Andalucia investiga")