El director acad�mico del curso "Recuperaci�n de Espacios Naturales Degradados", Luis Parra, explica que en la mayor�a de los incendios, sobre todo cuando son r�pidos a causa del efecto del viento, las plantas no llegan a morir y por ello, lo m�s recomendable es dejar que la cubierta vegetal se regenere por si misma.

Seg�n el profesor de la Escuela de Ingenieros Agr�nomos y de Montes de C�rdoba, en la mayor�a de los casos la cubierta vegetal se regenera en un 70 u 80% y, por ello, cree que las ayudas en caso de incendio deben ir a la poblaci�n y a infraestructuras y s�lo cuando haya especies que hayan muerto, o zonas en las que se haya destruido totalmente la flora, ser� necesario realizar inversiones en reforestaci�n.

Parra recuerda que la madera, aunque parezca contradictorio, es m�s resistente al fuego que el acero o el hormig�n. Cuando la madera empieza a calcinarse, en el interior se crea una pel�cula para impedir que siga calcin�ndose de forma r�pida y por ello aguanta m�s que otros materiales, indica el profesor.

En el caso de que la reforestaci�n sea necesaria, Parra recomienda el uso mayoritario de especies aut�ctonas de la zona, porque ya est�n adaptadas al medio y son f�ciles de encontrar en el mercado, y la b�squeda de texturas en los paisajes con la mezcla de diferentes especies aut�ctonas, sin dejar la puerta cerrada a "ciertos experimentos".



En este sentido, el responsable del curso sobre "Recuperaci�n de Espacios Naturales Degradados" indica que cuando es necesario repoblar una zona, en una primera etapa, si es posible, se abona un poco el terreno y se dise�an riegos de ayuda los dos o tres primeros a�os hasta que las plantas enra�cen.

"Lo que interesa es que las plantas sean capaces de crecer por si mismas y despu�s, crear una h�bitat alrededor que permita crecer nuevas plantas", comenta el profesor. Por ello, Parra se�ala que cuando se reforesta un terreno con �rboles tambi�n hay que colocar plantas herb�ceas que posibiliten una simbiosis, es decir, que el suelo no se quede desnudo, que no haya erosi�n y que ayuden a los �rboles a arraigar.