Jueves, 20 de Junio de 2013 17:28

La CRUE rechaza el modelo propuesto en el proyecto de RD de becas

GC/CRUE
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La Conferencia de Rectores de las Universidades Espa�olas (CRUE) ha hecho p�blico el siguiente comunicado sobre el Proyecto de Real Decreto (en adelante RD) por el que se establecen los umbrales de renta y patrimonio familiar y las cuant�as de las becas y ayudas al estudio para el curso 2013-2014, y se modifica parcialmente el Real Decreto 1721/2007, de 21 de diciembre, por el que se establece el r�gimen de las becas y ayudas al estudio personalizadas:


"En primer lugar, lamentamos la ausencia de di�logo del Ministerio de Educaci�n, Cultura y Deporte (MECD) con las universidades respecto al nuevo enfoque del RD de becas, a pesar de las peticiones formales realizadas. Asimismo, lamentamos la falta de comunicaci�n al respecto, al haber sido informados del RD por una noticia filtrada en la prensa, sin tener conocimiento previo ni siquiera de la orientaci�n que el RD iba a tener.


Sin entrar en un an�lisis pormenorizado ni en detalles meramente t�cnicos y de gesti�n, que son tambi�n enormemente importantes, queremos se�alar las principales consideraciones que para la CRUE genera este borrador del RD.


La aplicaci�n de los nuevos requisitos acad�micos junto con el cambio de modelo en la asignaci�n econ�mica pueden conducir a un efecto excluyente y disuasorio tanto para el acceso como para la continuaci�n en los estudios superiores. Ello contradice lo establecido en el pre�mbulo del RD, que invoca el deber constitucional de garantizar la igualdad en el acceso a los estudios superiores. Va en contra de los colectivos m�s vulnerables en riesgo de exclusi�n, a los que se les exige un esfuerzo mucho mayor que a los dem�s estudiantes. En definitiva, se exige m�s rendimiento a quien tiene menos recursos y posibilidades.


Aun compartiendo la filosof�a de reforzar positivamente a los estudiantes con mejores rendimientos, creemos que no deben mezclarse ni confundirse las becas de car�cter asistencial como instrumento de integraci�n y promoci�n social, con las de excelencia acad�mica. Unas no deber�an excluir a las otras, y el sistema puede, y debe, reconocer ambas.


 La reducci�n general de cuant�as y de componentes, la reducci�n de umbrales econ�micos y el endurecimiento de requisitos acad�micos impiden el acceso a la beca de muchos estudiantes. Estos factores tambi�n producir�n un n�mero importante de abandonos de estudiantes pr�ximos a finalizar sus estudios, generando una indeseada ineficiencia en el sistema universitario (especialmente, en el p�blico).


Asimismo, el RD generar� un enorme problema con aquellos estudiantes que disfrutan actualmente de beca de movilidad, sustituyendo la anterior componente espec�fica por una denominada �residencia del estudiante durante el curso escolar�, cuya cuant�a fija es notablemente inferior. Del mismo modo, consideramos que esta reducci�n de las cuant�as provocar� un efecto de localismo, que es esencialmente contrario al impulso de la movilidad estudiantil que fundamenta el Espacio Europeo de Educaci�n Superior. Por otro lado, los estudiantes de zonas rurales o zonas urbanas que no dispongan de universidad se ver�n enormemente perjudicados al tener mucho m�s dif�cil su acceso a la universidad.


La f�rmula utilizada para el c�lculo de la cuant�a variable (m�s all� de errores formales) vulnera claramente el principio de seguridad jur�dica, puesto que el estudiante no conocer� el importe total de la beca hasta que est� pr�cticamente finalizando el curso acad�mico, produciendo sin duda una retracci�n important�sima entre los estudiantes con rentas m�s bajas o que deban desplazarse de sus domicilios. Los importes fijos no garantizan la continuidad en los estudios universitarios de estudiantes con rentas bajas, y la limitaci�n del importe variable a la disponibilidad presupuestaria no garantiza el acceso a las becas de estas personas m�s vulnerables.


La pol�tica de becas debe considerarse como una inversi�n en el futuro de la sociedad espa�ola y una garant�a de equidad y progreso social de las personas m�s desfavorecidas. La senda que Espa�a inici� en los a�os 80 y que ha mantenido de modo continuado hasta ahora, independientemente del color pol�tico del gobierno, ha sido un ejemplo en el sistema universitario europeo, que es mencionado con frecuencia como ejemplo de pa�s equitativo e igualitario que concede oportunidades a las personas m�s desfavorecidas.


Estamos profundamente preocupados porque la aplicaci�n de este RD, si se aprobase, debilitar�a seriamente la funci�n social de la educaci�n superior en Espa�a, m�s teniendo en cuenta que estamos a�n lejos de la media de la OCDE de inversi�n en becas respecto al PIB.


En consecuencia, rechazamos el modelo presentado en el proyecto de RD.


En todo caso, una vez m�s, reiteramos nuestro ofrecimiento y disposici�n a colaborar en todas las iniciativas del MECD que puedan redundar en un beneficio del sistema universitario espa�ol y, especialmente, de los estudiantes. Mantenemos nuestro compromiso de di�logo para el estudio del sistema de becas, para que cumpla con el mandato constitucional de eliminar las desigualdades en el acceso a la educaci�n superior."

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